Geishas Japonesas, ¿dónde verlas en Japón?

Japón es un país de lo más moderno, pero también lleno de tradición y cultura. Uno de los aspectos que más llama la atención de los viajeros cuando visitan el país del sol naciente son las geishas japonesas, y hoy queremos descubriros un poco mejor su origen y mostraros los lugares donde encontrarlas.

El mundo ha creado mucho mito alrededor de las geishas japonesas. Y aunque ellas no pretendan llamar la atención, de hecho, son de lo más discretas, su vestimenta y maquillaje inevitablemente lo hacen, sobre todo entre los occidentales. Pero, ¿qué son las geishas? Las geishas japonesas son consideradas artistas tradicionales que dedican su infancia y adolescencia a aprender la complicada labor del entretenimiento en fiestas, banquetes y reuniones mediante música, baile y narración.

Su origen data del siglo XVIII y, aunque antaño eran muy comunes, su presencia es cada vez más reducida. Pero el lugar donde pueden verse con mayor frecuencia y normalidad es, sin duda, el barrio de Gion, en la ciudad japonesa de Kioto. Pasar el día en esta zona de la ciudad os transportará al antiguo Japón, pues en el barrio se respira mucha tradición y tranquilidad. Os recomendamos visitarlo y disfrutar de sus ochaya (casas de té), okiya (casas de geishas, donde se forman durante años) y las tiendas de dulces, textiles, ornamentos, maquillaje, calzado, parasoles…

En Kioto hay otro lugar donde pueden verse geishas japonesas y respirar la más pura tradición ancestral: Pontochō. Con la diferencia que Pontochō es solamente una calle peatonal de 5 metros de ancho y 600 de largo. Eso sí, también está repleta de casas de té, casas de geishas, tiendas y arquitectura tradicional japonesa.

Saliendo de Kioto también podemos encontrar otras ciudades donde ver geishas japonesas. Kanazawa, una ciudad muy tradicional en la prefectura de Ishikawa, es un buen ejemplo. En Kanazawa existen varios barrios de geishas, aunque los más importantes son Higashi Chayagai (el más grande), Kazue-machi y Nishi Chayagai, donde también encontraréis numerosas casas de té y un conjunto arquitectónico muy bien conservado ¡que os encantará!

Por si os planteáis disfrutar de los servicios de una geisha en vuestro viaje a Japón, ya os decimos que, si no disponéis de muchísimo dinero y sois japoneses, será imposible. Las geishas nunca reciben a extranjeros. Siempre trabajan con sus clientes habituales y solo éstos pueden recomendar a nuevos clientes. Así que tendréis que conformaros con verlas por la calle, normalmente hacia bien entrada la tarde cuando acuden a su trabajo.

Y ahora que ya sabéis donde encontrar geishas japonesas, tal vez os interesa conocer un poco más sobre su origen y tradición:

Apariencia de las geishas japonesas

La carrera de una geisha es larga y su apariencia se adapta a cada una de las fases de aprendizaje o madurez que vive. Cuando una geisha está aprendiendo se la llama maiko, y debe maquillarse con una base blanca tapando rostro y cuello, y destacando sus labios en rojo.

Cuando se supera el periodo de aprendizaje y la geisha ya es adulta, prescinde de la base blanca para mostrar su belleza y madurez, mientras la maiko o aprendiz busca llamar la atención y sorprender con su apariencia, la geisha es una mujer experimentada que demuestra su valía con sus dotes, no con su aspecto.

Vestimenta de las geishas japonesas

La vestimenta de las geishas japonesas es compleja por la cantidad de capas y complementos que llevan. Como ropa interior usan unas cintas pegadas al pecho y a las caderas y encima se colocan el nagajuban, una especie de camisón largo. Esta prenda siempre es roja para las maiko, y rosa para las geishas. Encima va el kimono (más o menos colorido y estridente en función de la edad de la geisha) y no pueden faltar los calcetines blancos para cubrir lo que pueda verse de las piernas y los pies, y las típicas sandalias de madera, llamadas zori. El pelo siempre lo llevan recogido con el tradicional peinado conocido como shimada.

Habilidades de las geishas japonesas

Como especialistas en entretenimiento, las geishas japonesas reciben una formación integral, pues deben dominar muchas habilidades, entre ellas el canto, la danza y la ejecución de varios instrumentos tales como el Koto (como un arpa) el Shamisen (una clase de laúd), el Hichiriqui (un tipo de oboe) y los tambores que denominan Tsuzumi, así como los conocidos Gongs.

Una vez finalizada su larga formación, las geishas están listas para empezar a ofrecer sus actuaciones en las casas de té, actuaciones largas y muy preparadas, y también muy caras, (normalmente divididas en actos) para deleitar a sus clientes.

Pero no todo gira siempre alrededor del entretenimiento lúdico en lo que a las geishas se refiere. Éstas también son preparadas e instruidas para establecer conversaciones amenas y para sacar temas interesantes a la hora de charlas con sus clientes. Además, saben hacer chistes en los momentos justos y responden muy bien a las bromas que reciben.

Con todas estas habilidades, ver una geisha en acción puede resultar una verdadera experiencia para los sentidos y, aunque ya sabemos que no podremos contratar sus servicios de forma personal, hay espectáculos de baile o festividades en las que podemos disfrutar de su presencia y admirarlas en todo su esplendor.

Festividades en las que ver geishas japonesas

Una de estas festividades es el Setsubun. Esta fiesta tiene lugar el 3 de febrero y se celebra para alejar a los malos espíritus y a los demonios, pues los japoneses creen que el 3 de febrero es el día que el mundo de los espíritus se encuentra más cerca del nuestro. Es muy tradicional que geishas y maikos acudan al templo o santuario más cercano para bailar y lanzar semillas de soja al público presente y así ajear el mal.

Ese mismo día durante la noche, las geishas y maikos celebran el Obake, su particular Carnaval, con vistosos disfraces que llevan planeando durante todo el año.

Otra de las festividades más importantes en Japón donde las geishas hacen apariciones en público y se unen al espectáculo es el Gion Matsuri, una de las fiestas más destacadas en Kioto. Tiene lugar durante todo el mes de julio, pero el gran día es el 17 de julio, cuando una enorme procesión de antiguas carrozas Yamaboko transcurre por las calles Shijo, Kawaramachi y Oike. Es el día 24 de julio cuando se hace un desfile menor y en el sentido inverso, donde podremos ver a las geishas y maikos en público.

Si toda esta información os ha sabido a poco (y es que hay mucho que contar sobre las geishas) y queréis conocer un poco mejor cómo es su vida y cuáles son sus rituales y etapas vitales, podéis ver (si no lo habéis hecho ya) la película Memorias de una geisha o leer la novela en la que se basa la película.

Y si este viaje en el tiempo os ha cautivado, Japón debe ser, sin duda, vuestro próximo destino. ¡Consultad nuestras experiencias de Viajes a Japón para elegir la que mejor se ajuste a vuestras necesidades!